"La fotografía me obliga así a un trabajo doloroso; inclinándome hacia la escencia de su identidad, me debatía en medio de imágenes parcialmente auténticas y, por consiguiente, totalmente falsas. Decir ante tal foto "¡es casi ella!" me resultaba mas desgarrador que decir ante tal otra: "no es ella en absoluto". El casi: régimen atroz del amor, pero también estatuto decepcionante del sueño -es la razón por la que odio los sueños-. Pues acostumbro a soñar con ella (sólo sueño con ella), pero nunca es completamente ella: a veces tiene en el sueño algo de desplazado, de excesivo: por ejemplo, es jovial, o desenvuelta,lo cual ella no lo era nunca; o también, sé que es ella, pero no veo sus rasgos (pero, ¿es que acaso vemos en sueños, o acaso sabemos?): sueño con ella, pero no la sueño. Y ante la foto, como en el sueño, se produce el mismo esfuerzo, misma labor de Sísifo: subir raudo hacia la esencia y volver a bajar sin haberla contemplado, y volver a empezar."
Roland Barthes.
(al mirar fotos de su madre)